Sabemos que el porteo tiene variadas ventajas en la vida
cotidiana y trae beneficios tanto a mamá como a bebé. La mayoría de las
familias que hoy llega al mundo del porteo ergonómico, lo hace con su primer
bebé, y muchas de ellas comienzan a recopilar información desde el embarazo.
Sin embargo, hay gran cantidad de mamás y papás que esperan un segundo hijo/a,
y que también pueden beneficiarse enormemente de adoptar la crianza en brazos.
Cuando la familia se amplía, nuestras responsabilidades como
pa/madres también se multiplican, pero seguimos siendo un cuerpo individual,
con dos brazos y dos piernas. ¿Puede el porteo ergonómico ayudarnos? Sí, y
mucho.
Está claro para nosotros que las necesidades del recién
nacido precisan atención inmediata y que el contacto cercano y continuo nos
permiten brindarles todo esto. Su hermanito/a mayor también tiene necesidades
y, aunque éstas en general no requieran una atención tan urgente, lo cierto es
que no podemos (no debemos) descuidarlas. Un niño/a pequeño/a todavía
necesitará de nuestra mano para cruzar la calle, de nuestra cercanía al ir a la
plaza, de nuestra guía haciendo una tarea escolar, o que lo llevemos a la
escuela o a la casa de alguien, o que lo acompañemos en alguna actividad
deportiva. Además, siempre, siempre necesitará de nuestras expresiones de afecto y contacto, de la recarga emocional que fortalece el vínculo.
Mediante el uso de un portabebé ergonómico, el más pequeño
tiene lo que necesita: contacto físico, cercanía y atención constante. Mientras
que el mayor lo tendrá también: nuestras dos manos para atenderlo y cuidarlo, nuestra cercanía y cuidados atentos. Podremos
pasar tiempo de calidad en familia, sin desesperar tanto por cosas que suceden
en simultáneo, realizar nuestras habituales tareas en el hogar sin descuidar a
ninguno, sin tener que dejarlos mucho tiempo en un corralito, sillita o coche, salir de casa
a hacer una compra sin enloquecer (demasiado)…
En otro nivel, tal vez más general, el porteo nos permite
transitar este gran cambio para la familia de una forma más relajada. Nuestro
hijo/a mayor experimentará momentos de celos, inevitablemente, pero podemos
suavizar esta situación al estar más disponibles y cerca para lo que necesiten.
Además, también estaremos ayudando a que el recién nacido se incorpore
naturalmente y sin esfuerzos a la vida cotidiana familiar, y a que ambos
hermanitos vayan armando su vínculo fraternal, estando bien cerquita,
compartiendo a mamá/papá e interactuando entre ellos.
¿Están esperando un segundo o tercer bebé? ¿Ya pensaron en portear? ¡No duden en consultarnos!
¿Están esperando un segundo o tercer bebé? ¿Ya pensaron en portear? ¡No duden en consultarnos!
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